martes, 13 de agosto de 2013

Comercio de los Esclavos Africanos

Comercio de esclavos africanos

Este artículo trata sobre los sistemas de esclavitud dentro de África, la historia y los efectos del comercio de esclavos sobre África; para el comercio trans-sahariano véase comercio árabe de esclavos, para el comercio trans-atlántico véase comercio atlántico de esclavos, para otros términos relacionados véase diáspora africana y Maafa.
El comercio de esclavos africanos fue la práctica realizada, con esclavos obtenidos en África, aunque el uso general de la expresión restringe la localización geográfica al África subsaharianao "África negra", identificando como "negros" a los sujetos de tal comercio esclavista. A pesar de ser tal denominación un estereotipo que no indica en realidad ninguna categoría antropológica científicamente establecida, la identificación de sus rasgos físicos, especialmente de la piel oscura, fue la base de su discriminación racial.

En el continente africano fueron comunes desde la edad antigua diferentes sistemas de esclavitud en múltiples lugares. En algunas sociedades africanas, las personas esclavizadas también podían pasar a ser trabajadores no abonados y completamente integradas en la sociedad. En otras, se las trataba peor. Cuando el comercio árabe de esclavos y el comercio atlántico de esclavos comenzaron, los sistemas esclavistas locales cambiaron y pasaron a suministrar cautivos a los mercados esclavistas de otros continentes.

El primer comercio externo de esclavos fue el comercio trans-sahariano de esclavos. Aunque había existido desde hacía mucho tiempo algún tipo de comercio en el Río Nilo y un limitado comercio a través del desierto occidental, el transporte de importantes volúmenes de esclavos no se hizo viable hasta que los camellos fueron introducidos desde Arabia en el siglo X. En este punto, la red del comercio tran-sahariano comenzó a funcionar con el objetivo de transportar esclavos hacia el norte. Zanzíbar fue en su día el primer puerto de comercio de esclavos de África del Este, y bajo los árabes Ománíes en el siglo XIX, al menos 50.000 esclavos pasaban por la ciudad cada año.
La mayor parte de historiadores estiman que entre 11 y 18 millones de esclavos africanos cruzaron el Mar Rojo, el Océano Índico y el Desierto del Sáhara entre los años 650 hasta el 1900 DC.

Efectos sobre la Economía de Africa 
La mayor parte de académicos encuentran que el comercio de esclavos tuvo un efecto negativo sobre el crecimiento y desarrollo a largo plazo. Sus consecuencias últimas fueron socavar las economías locales y la estabilidad política ya que la fuerza laboral vital de las ciudades y pueblos era embarcada en el comercio oceánico a medida que las incursiones y guerras civiles se volvieron más habituales. Con el auge del comercio de esclavos a gran escala, motivado por las necesidades europeas, la esclavitud del enemigo se convirtió cada vez menos en una consecuencia de la guerra, para volverse progresivamente una razón para ir a la guerra El comercio de esclavos impidió la formación de grupos étnicos importantes, provocando el fraccionamiento étnico y debilitando la formación de estructuras políticas estables. También redujo la salud mental y el desarrollo social de los pueblos africanos.
Existen opiniones divergentes con la corriente mayoritaria. J.D. Fage afirma que la esclavitud no tuvo un efecto desastroso a gran escala sobre los pueblos que permanecieron en África.

Efectos sobre la economía Europea

Karl Marx, en su influyente historia económica del capitalismo Das Kapital, afirmó que '...la conversión de África en una madriguera para la caza comercial de pieles-negras [esto es, el comercio de esclavos], señaló el halagüeño amanecer de la era de la producción capitalista.' Marx opinaba que el comercio de esclavos era parte de lo que denominaba la "acumulación primitiva" de capital europeo, la acumulación "no-capitalista" de riqueza que había precedido y creado las condiciones financieras para la industrialización británica.
Eric Williams ha intentado mostrar la contribución de los africanos sobre la base de los beneficios del comercio de esclavos y de la esclavitud, y el empleo de esos beneficios para financiar el proceso de industrialización británico. Opina que la esclavitud de africanos fue un elemento esencial de la Revolución  Industrial, y que la riqueza europea es resultado de la esclavitud. Sin embargo, argumentó que hacia el momento de su abolición había perdido su rentabilidad y que fue prohibido en Inglaterra por motivos económicos. Seymour Drescher y Robert Antsey han presentado evidencia de que el comercio de esclavos fue beneficioso hasta su abolición, y que las razones que llevaron a su cese no fueron económicas. Joseph Inikori ha mostrado que el comercio de esclavos británico fue más lucrativo de lo que las críticas de Williams podrían hacer pensar. No obstante, los beneficios del comercio de esclavos y de las plantaciones de las Indias Occidentales eran inferiores al 5% de la economía británica en la época de la Revolución Industrial.


COLONIZACIÓN DE AFRICA, ASIA Y OCEANIA

Colonización de Asia
A diferencia de África en el continente asiático la mayor parte de los países tenían una organización política más fuerte que les permitió enfrentarse a las potencias coloniales, e incluso convertirse en colonizadores, como en el caso de Japón.
Por otra parte, era un continente mejor conocido por Europa desde la Edad Moderna, cuando se habían iniciado algunas exploraciones y se habían establecido pequeñas colonias.
Descripción: Elefantes en La India colonial
La India colonial británica. 
Reino Unido, a través de la Compañía de las Indias Orientales, dominó en India de 1763 a 1857, año en el que se reprodujo la rebelión de los Cypayos, tropas indígenas a servicio del ejército británico. A partir de ese momento, la colonia pasó a ser administrada directamente por el gobierno británico.
Para proteger la India, conquistó los territorios situados al norte y al este, rivalizando con Rusia y Francia. Así colonizó Birmania en 1886 y mantuvo el control de Afganistán (1880) y el Tíbet (1904). Se anexo también, en creciente rivalidad con Francia, Singapur y parte de Borneo (1895).
Francia, desde la Conchinchina, ocupó el delta del Mekong como puerta de entrada a China. A través de este río, ocuparon Annam, Tonkín y Laos, formando la Unión Indochina.
Las rivalidades de las potencias en Asia enfrentaron también a Japón y Rusia por el control de China, y a España y Estados Unidos por el dominio de Filipinas.

Descripción: La compania de los Boxers en China 
Los Bóxers en la China de final del siglo XIX.

China no fue colonizada pero, tras su derrota en la primera Guerra del Opio, tuvo que firmar tratados desiguales con las potencias. Esto obligó al país a abrir casi todos sus puertos al comercio internacional, así como a conceder permisos y arriendos sobre territorios sobre los que pedían soberanía, como Hong Kong y Shangai.
Entre 1885 y 1911 finalizó el reparto del imperio Chino por parte de las potencias europeas y Japón, tras el cual se adjudicaron diferentes zonas de influencia. La explotación económica se intensificó con el arrendamiento de minas y control del ferrocarril.
La apertura de China a la economía capitalista provocó la crisis de la industria tradicional y dio lugar a varias revueltas nacionalistas contra la injerencia extranjera, como la Guerra de los Bóxers en 1900
Paralela a la expansión africana se realiza la conquista del Extremo Oriente, que tomará fuerza desde 1850, y sobre todo tras la apertura en 1869 del canal de Suez.
Francia controlará Indochina y Gran Bretaña Malasia. Ambos estados se enfrentarán por controlar Siam, la actual Tailandia, lo que le permitirá a esta permanecer independiente. Será el único país de la zona que permanezca independiente.
El intento de penetración en China se hace desde la costa, en la que se controlan ciudades como Shanghai, Hong Kong o Cantón. Gran Bretaña intervendrá en la guerra del opio y la rebelión de los bóxers que desestabiliza el país. En esta guerra chocará con los intereses del imperialismo japonés.
Alemania controlará parte de Indonesia, Java y Sumatra, aunque Indonesia estará controlada por Holanda, principalmente.
Hay que tener en cuenta que esta zona, a diferencia de África, está muy poblada, y ha tenido fuertes Estados desde la antigüedad, todos ellos con una fuerte tradición cultural que choca con los usos y costumbres occidentales.

 Colonización de Africa

En la segunda mitad del siglo XIX, exploradores y misioneros europeos recorrieron África con el fin de llevar la cultura europea al continente. A partir de 1870 Gran Bretaña y Francia se lanzaron a la conquista.

El objetivo de Gran Bretaña era dominar la fachada oriental del continente africano, obteniendo en su empeño algunos de los mejores territorios, zonas ricas en productos minerales como oro o diamantes.

Francia, por su parte, dominó la zona norte (Marruecos, Túnez y Argelia) y extendió sus dominios hacia Sudán, donde acabó enfrentándose a los británicos.

A esto se sumó la acción del rey de Bélgica Leopoldo II, que inició la exploración de la zona del Congo. También Alemania se instaló en África central.

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En 1885, el canciller alemán Bismarck convocó una Conferencia Internacional a la que asistieron 14 países europeos. En la Conferencia se elaboró un acta que estipulaba algunas condiciones para la expansión colonial en África: se garantizaba la libre circulación por los ríos Níger y Congo, y se establecían principios para ocupar los territorios africanos.

En años posteriores otros Estados europeos penetraron en África. A los franceses e ingleses se añadieron los intereses de los alemanes, establecidos en el África negra, y de los portugueses, que ocuparon Angola, Mozambique y Guinea-Bissau. Italia y España también pugnaron por conseguir pequeños territorios. El choque entre intereses se hizo inevitable, y pronto empezaron los enfrentamientos entre diferentes países.

En el siglo XIX el capitalismo y la revolución industrial se asentaron en Europa y necesitaban expandirse en busca de regiones que les proporcionaran materias primas y mercados. Apareció el colonialismo como doctrina de desarrollo. Todo gran país debe tener un imperio colonial, tal y como lo conciben los ingleses. Los imperios de la Edad Moderna no sólo explotaban el territorio, sino que pretendían establecerse en él de manera definitiva, pasaban a formar parte de la corona. Pero los imperios de la revolución industrial pretendían sólo explotar el territorio. Se trata de sacar materias primas de las regiones no desarrolladas y exportar los productos elaborados a estas mismas regiones, con un valor añadido muy superior. Claro que no se tuvo en cuenta que en estas regiones no hay capitales con que comprarlos. Las regiones no desarrolladas se convirtieron en subdesarrolladas. Se buscaron principalmente productos agrarios y mineros.
Entre los países europeos comenzó una carrera por el dominio de África, y del mundo. Esta carrera tuvo su expresión en la Conferencia de Berlín de 1884-1885, en la que los países europeos se repartieron África.
África era un territorio prácticamente desconocido. Su exploración sería toda una aventura geográfica de descubrimiento. El río, por excelencia, que comunicará a Europa con el interior del continente sería el río Congo. En el río Congo habría una fuerte competencia entre Bélgica y Francia por el dominio del paso al interior. Livingstone, Stanley y Savorgnan de Brazza fueron los exploradores que dieron a conocer este río al mundo occidental.
Inglaterra pretendía parte del territorio del sur. Portugal hizo valer sus derechos en el continente, puesto que tenía factorías, desde antiguo, en las costas angoleñas. Incluso España intentó la penetración en el interior del continente, desde la costa de Guinea. Alemania se aseguró la parte occidental del territorio en la Conferencia de Berlín de 1884, en la que se estableció la libertad de navegación por los ríos de África.
El Congo no dependía del Estado belga, sino del Rey Leopoldo II, ya que se considera patrimonio del Rey y no del Estado.
Colonización de Oceanía

La ocupación y colonización de Oceanía fueron tardías. La exploracion geográfica de dicha región, dispersa en multitud de islas y archipiélagos, se inicia durante el siglo XVII y se completa entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX.
Australia tuvo diversos caracteres a lo largo del siglo XIX: fue primero colonia penitenciaria desde 1778, con jurisdicción militar, para pasar entre 1823-30 a una administración civil con base económica en la ganadería y en la repoblación agraria. La primera base inglesa fue Sydney; fue creada como una colonia penal en 1778. La colonización del resto del continente prosiguió lentamente y sin un plan preciso.
Entre los años 1842-1851 se fueron estableciendo instituciones representativas de los colonos y adquirió importancia la mineria con el descubrimiento de yacimientos de oro en 1851. Al mismo tiempo se desarrolló una conciencia nacional que se manifestó en la formación de autogobiernos en los distintos estados-colonias australianos hacia 1870.
Nueva Zelanda fue descubierta por A. Tasman en 1642. Comenzó igualmente a ser colonizada entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, con los iniciales asentamientos de colonos y misioneros británicos que se relacionaron y entraron en conflicto con la población indígena maorí. En 1769 había llegado a las islas James Cook y en 1826 comienzan a instalarse los primeros colonos, hasta 1830, cuando ya existe una considerable colonia de europeos.
Con esto podemos deducir que las colonizaciones de Asia, Africa y Oceania fueron tanto de lucha como de estrategias de combinar muchos tipo de de charla a la hora de  tratados.